Tengo la obsesión de recorrer las
librerías de la ciudad, siempre en busca de algún texto interesante, a veces he
llegado a perder la noción del tiempo, puedo estarme horas y horas frente a los
estantes, leyendo los títulos de los libros, abriéndolos y buscando en las
páginas un párrafo que me envuelva, que me atrape. La mayoría de las veces he
tenido grandes desilusiones, pero también he logrado conseguir una que otra
obra de escaso conocimiento público, pero no de reconocimiento literario. Siempre me han gustado los escritores poco
conocidos o los títulos completamente desconocidos por mis amigos lectores, y eso
fue lo que me ocurrió un día con uno de los libros y con uno de los autores que
ahora ocupa un lugar en lo más alto de mi biblioteca personal, Kjell Askildsen.
El libro de relatos, Últimas notas de
Thomas F. para la humanidad. Recuerdo que lo más interesante era que el
texto no excedía las ciento veinte páginas, y lo que más llamo mi atención era
el hecho de que el escritor fuera de origen noruego, no recordaba haber leído
algún autor de esa nacionalidad. Era el año en el que la mayoría de mis amigos lectores
andaban obsesionados con el fenómeno Stieg Larsson. Últimamente me he vuelto un
poco haragán para leer obras demasiado voluminosas, me identifico con aquello
que dijo Borges una vez, “Desvarío
laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en
quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos
minutos”. ¿Ya no es necesario escribir obras tan extensas? En mi caso ya no
es tan necesario leer obras de esas dimensiones. En Alskildsen he encontrado la
belleza del texto corto, la ironía, la soledad, y el humor negro que aparece en todos sus relatos. Aquí
no hay exceso de palabras vanas y rimbombantes, como el mejor ejemplo podríamos considerar lo que el
protagonista (Thomas F, un octogenario
arrogante enfrentado con el mundo) dice en uno de los cuentos, “Me limité a sacudir la cabeza
inexpresivamente, ya hay demasiadas palabras en circulación por el mundo.” Otro
dato importante era que Askildsen es comparado con autores de la talla de Raymond
Carver.
Kjell Askildsen
Fotografía: Tom Sandberg
Fotografía: Tom Sandberg
Kjell Askildsen
ha sido señalado como uno de los grandes maestros del relato corto. Su primer
libro, Desde ahora seré yo quien te lleve
a casa (1953), fue aclamado por la crítica, y al tiempo prohibido por
“inmoral” en la biblioteca pública de su ciudad natal. En Últimas notas de Thomas F para la humanidad (Premio de la crítica
en Noruega, 1983) se incluyen las obras Un
repentino pensamiento liberador (Premio Riksmal, 1987) y Carl Lange. Entre sus libros más
conocidos están también Un vasto y
desierto paisaje (Nuevamente Premio de la crítica en Noruega y Premio
Lengua de Trapo, 2002) y Los perros de
Tesalónica (Premio Lengua de Trapo, 2006). Kjell Askildsen resulta un
referente fundamental dentro de la narrativa breve escandinava y europea.
Fernando García